Mi relación con la religión como expatriada: historia III

En un contexto escolar una profesora y artista envía una notificación a los padres y madres para que aquellos que quieran puedan ver su obra online. Cuando digo artista me refiero a alguien que ha expuesto su obra en una de las principales galerías de arte de Londres. A ver quien lo consigue.    
 
Dos o tres días después empiezan las habladurías entre algunas madres y llegan a mí cuando otra madre nos pregunta de a bocajarro que nos parece que la profesora antes nombrada esté exponiendo a los niños a pornografía dentro del horario escolar.
 
Yo, que al principio no sabía de que iba la cosa y que era la primera vez que esta señora me dirigía la palabra, me quedé en un estado de semi-chock. La señora con muchas ganas de hablar nos lo explicó todo. La pornografía eran las obras de arte de dicha profesora que se las había enseñado a los alumnos. Tengo que reconocer que me costó bastante reaccionar porque no me podía creer lo que me decía.
 
Finalmente mi compañera y yo le dijimos que no nos parecía pornografía sino obras de arte, que simplemente había enviado una carta invitando a los padres a ver su obra en internet, pero que a los niños no se las había mostrado en clase (a mi me hubiera parecido perfecto si lo hubiese hecho).  Busqué las obras en internet y se las enseñé diciéndole lo bonitas que me parecían. Poco a poco la madre fue rebajando la dureza de su discurso. 
 
A la otra madre que estaba conmigo y a mí nos pareció todo muy loco. Pero ese tipo de madres siempre existen y lo dejamos como una anécdota muy desagradable y peligrosa a la cual no hacía falta darle bombo para no esparcir semejante calaña.
 
Pero esa misma semana me llegaron más quejas sobre la profesora a través de otras madres que me abordaron directamente para preguntarme sobre el tema. Yo no sé si es que tengo cara de "venid que me gustan los cotilleos sucios y destructivos", pero os aseguro que estas cosas me ponen la piel de gallina. Que si su nivel de inglés era muy malo, bueno no, más bien que su acento era muy fuerte y los niños no la entendían. Que si chillaba mucho a los niños (yo le pregunté a mi hija quien era la profesora que más chillaba del cole y ni me la nombró...)
 
La pelota se estaba haciendo cada vez más grande. Había madres que estábamos escandalizadas con tanta estupidez y dimos nuestro apoyo a la pobre profesora que se pasó un par de semanas medio llorosa.
 
¿Sabéis quién fue la madre más vehemente en su defensa? Una madre musulmana, la que llevaba el niqab, la hija de un Imán. Ella defendió que el arte es arte, no pornografía, que quien quiera es libre de ir al museo o no hacerlo. Que en un mundo como el actual y especialmente en la ciudad en la que vivíamos, donde conviven tantas nacionalidades y tantas maneras diferentes de hablar el inglés, que los niños tengan profesores con diferentes acentos es algo por lo que estar agradecidos porque es la manera más realista de dotar a los estudiantes de "skills" válidos para la vida real.
 
Sí, esa madre a la que nunca que le vi la cara, pero tuve conversaciones más interesantes que con muchos compañeros de universidad, esa mujer tapada, "sumisa", esa mujer que se casó por amor con un inglés. Ella, la mujer sin voz que hablaba alto y claro.
 

 
 
Saber relacionarme con alguien a quien no le veo la cara, para mí que vengo de una cultura facial donde las expresiones forman parte de la comunicación, fue un gran aprendizaje. Y descubrir a una luchadora, una mentalidad abierta, aunque a muchos les pueda sonar contradictorio, alguien con quien compartía muchas ideas como el respeto al prójimo, el amor por la familia, la importancia de la educación, la defensa de la diversidad... fue un regalo.
 
Gracias a ella otra se cayó otra de las máscaras de mis de mis prejuicios. Algunos pensaréis, si claro pues por un ejemplo, no vas a decir que todas son así. No, claro está que no puedo generalizar, ni en positivo ni en negativo, no puedo decir que todas sean mujeres liberadas, pero tampoco que todas sean sumisas mientras no las conozca a todas. La misma lógica aplica a las mujeres sin velo, ya que la ausencia de este no garantiza que una mujer sea libre.
 
Soy consciente de que el tema del niqab es muy controvertido en la sociedad "occidental". Pero si algo tengo claro es que no me corresponde a mi juzgar como los otros viven su vida. No soy yo la que tengo que defender desde mi altar los principios éticos que deben regir las vidas de otras mujeres, convirtiéndome así en una dictadora de la moral. Para mí el feminismo pasa por una actitud de aceptación y respeto hacia las mujeres y un rechazo rotundo a los prejuicios ejercidos sobre éstas. Es la lucha en defensa del derecho de las mujeres a ser diferentes y ejercer esa diferencia en libertad.

Comentarios

  1. Simplemente genial, ya quisieras muchas madres tener el honor de que los profesores de sus hijos sean tan abiertos de mente. A mi personalmente me hubiera encantado tener una profesora así en el cole, y seguro que mis padres también hubieran estado encantados.
    El arte es una forma de ver el mundo, es una manera de interpretar al ser humano y lo que nos rodea ¿por qué no puede formar parte de la educación de las futuras generaciones?

    Un saludo!!!

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  2. Sî, madres como esta hay Muchas, siempre malmetiendo y encordiando. Yo pienso Què les sobra el tiempo . Cuando a mî no me ha gustado un profe de mi hijo, Es un asunto mîo y nunca ando preguntando ni sondeando a otras mamàs. En cuanto a la señora del velo, me alegro Què tenga una visiôn màs abierta , està claro Què las generalizaciones son malas . Para mî , mî ûnica regla en esto Es Què no permito Què ninguna religiôn ,ninguna creencia me limite mis derechos,mî forma de vivir, cuando una religiôn te Impone reglas de como vestir,de Què comer, etc,etc, pues no las comparto y no lo puedo tolerar. Ahora eso no quita Què haya gente encantadora y respetuosa de esa religiôn o creencia y Què yo pueda relacionarme con Ella.

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