Como sobrevivir a la lluvia en Londres
Llegué a Inglaterra un 30 de junio. En Barcelona hacía un calor sofocante, salía a la calle con los niños a partir de las 17.30 porque antes era imposible. Me llevaba globos de agua y nos poníamos a jugar en la fuente de la plaza hasta que quedaban absolutamente mojados y subíamos a cenar. Aquel mismo verano en Brighton la temperatura media fue de 17-19 grados. Cada día llovía por la mañana o por la tarde, pero llovía. Los parques, que son en su mayoría de hierba, siempre estaban mojados. Y yo estaba muy lejos de querer cantar bajo la lluvia. Fue un verano especialmente difícil, entre adaptarme a un país nuevo, estar totalmente sola con los niños, y aquel clima horrendo... quería salir corriendo. Y al verano lo siguió un duro invierno, nos decían los lugareños que era uno de los más fríos de los últimos años. Yo no les creía, pensaba que me mentían porque me veían desesperada. Un día de finales de noviembre salí a la cal...