Hay libros que te cambian la vida, o al menos la manera de verla. La "Ciudad de los niños" de Tonucci es uno de esos libros, esos que según vas leyendo te va entrando por cada poro de tu piel, se adentra en tu vísceras, te llena el corazón y te abre la mente. Y me viene de perlas para el post de hoy. El papel del extraño, el desconocido, el hombre del saco, el señor del caramelo... en la vida de nuestros hijos. Antes de leer a Tonucci, y después de haber sido niña 16 años de mi vida, adolescente y postadolescente 10 años más, y mamá dos años (edad que en aquel momento tenía mi hija mayor), yo tenía claro que el extraño era un ser monstruoso capaz de hacer las peores fechorías y dispuesto a dar caza a los niños/as para meterlos en la olla hirviendo en cualquier momento para deborarte. Recuerdo cuando era pequeña y pasaba al lado de alguna riera (que por cierto era cada día ya que había una al lado de mi colegio), siempre la mira...